lunes, 4 de noviembre de 2013

Máscara


Teñida realidad de azules tapando negros,
sonrisa artificial oculta el aguacero
en el que muere mi esperanza
y vive en mi, si algo vive,
mi frustración, mi torpeza con acierto.

Salto y abrazo astillas de maderos sueltos,
naufrago en cada puerto sin soltar siquiera amarras,
yo como único pasajero.
Convierto en tempestad ensenadas,
agito velas en ausencia de viento
para buscar destino sin recordar de donde vengo.

Me pongo la máscara y no me la creo,
demasiado falsa, demasiada farsa, demasiado tiempo.

Vacío


Horas que minutean
seguidos de segundos que se evaporan,
hiel en las sábanas y en la ropa
cavan profunda la trampa
que me abraza y ahoga,
que me rinde y acaba.